Realmente estuve muchísimo tiempo reacio a escuchar algo que no se pudiera reproducir con algún instrumento musical, para mí, la música electrónica era de segunda mano, una copia mal hecha de ritmos que se generaban a partir de “módulos” predeterminados que no te daba mucha libertad de expresión, ya que al fin y al cabo, la música estaba hecha y tu, como (en ese entonces pensaba) “pseudoartista” tenias la tarea ínfima de mezclar dichos sonidos.
Muy equivocado estaba yo, he de admitirlo, al denigrar este tipo de música, poco a poco mientras exploraba por otros caminos de la música, me iba dando cuenta que las herramientas electrónicas son realmente un medio más por el cual las personas que tienen necesidad creativa y de expresión canalizan lo que tienen que externar. Ejemplo de ello, los (en ese entonces) feroces Ulver, que en un principio generaban metal crudo, sin mas ni más, con el tiempo su sonido fue evolucionando de tal manera que a ese mismo grupo, le podemos oír álbumes tan atmosféricos como el de William Blake, el blood inside o soundtracks como el de svidd negger, colmados de recursos electrónicos que nos hacen sentir esa experiencia tan difícil de explicar, o como leí alguna ocasión, el lenguaje no da tanto para expresar tantas cosas.
Ya como preámbulo de esta apología de la presente entrada, tengo que decir que este grupo me cautivó desde que tuve la oportunidad de oír su trabajo hace ya algunos ayeres, esto fue por casualidad, me generaba mucha molestia el hecho de que un subgénero de la música electrónica se llamara psicodelic, con el respeto que le tengo al género en (venas del rock), se me calentaba la sangre solo de pensar en la sola idea de poder comparar algo así de insípido con King Crimson, o peor aún con un Pink Floyd, pero al final, en un local ambulante de música electrónica (los que viven en México entenderán el punto) empecé a preguntar por los exponentes de tal y cual corriente, al final, como ensayo mental, regresé a mi casa con 5 CD´s, de los cuales solo dos me cautivaron, el primero, fue de un suizo que se hace llamar, solar fields, quien tendrá su espacio en su respectiva entrada, y el segundo unos llamados vibrasphere…
Pasaron los primeros minutos del presente disco y sin quererlo, me iba adentrando poco a poco en el juego de las sincronías de los sonidos, tal vez era que iba en el transporte público, que la cadencia y el ritmo de la música se coordinaba con mucho de lo que veía, o que simplemente ese vayven que generan los auriculares era realmente notorio y me agradaba mucho, de cierto no lo se, pero en menos de 3 o 4 días estaba buscando mas información de lo que en un principio detestaba, me fastidiaba y me hacía intolerante el momento, de ese entonces a la fecha, realmente no puedo descalificar cierto tipo de música electrónica sin antes sentir su efecto “placebo” sobre mi, es reconfortante y te hace llegar a un estado de tranquilidad muy fuerte en ciertos momentos.
Pues aquí los “beats” originales de aquel disco, que hace rato que quería postear, pero por alguna de las muchas razones que se te cruzan en la semana, no puedes hacerlo, espero y lo disfruten, al final del día son ustedes quienes valorarán la trascendencia de los sonidos que nosotros aquí proponemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario