A principios de los años 90, surgió un pequeño movimiento llamado "Post-Black Metal", el cual se originó en Noruega de la mano de bandas como Arcturus, In The Woods...,
Ved Buens Ende, Fleurety, Solefald y Blut Aus Nord.
Este movimiento se caracterizó por incorporar elementos poco usuales de géneros como el Jazz, el Pop, Post-Punk, Industrial y Música Clásica, como también composiciones mas complejas, disonantes y melódicas de lo normal.
No fue muy bien recibido durante ese tiempo, incluso la llamaron "la infame segunda oleada de Black Metal Noruego", pero que a lo largo del tiempo se ha logrado apreciar, transformándose estas bandas en leyendas (algunas vivientes, otras no), inspirando a fines de la década a bandas como Dødheimsgard, Peccatum y Thy Catafalque, además de muchas bandas actuales.
En la posterioridad, se comenzó a utilizar el término Avant-Garde Black para poder diferenciar este movimiento del nuevo "Post-Black" que toma más elementos del Post-Rock (de allí el nombre) y el Shoegaze, que surgió a mediados de los 2000, creada por bandas como Alcest.
¿Porqué conté esta breve historia antes de reseñar este disco? Pues, por que este álbum es una especie de homenaje moderno a esa Antigua Era.
Mientras lo escuchen será inevitable referenciar a bandas de este primer movimiento de Black Metal experimental, en especial a Ved Buens Ende, incluso mantiene un poco la producción rústica y cruda, a pesar de que fue producido en el año 2008.
Es un álbum hermoso y extraño, cargado de melancolía, aunque con elementos que a estas alturas no se podrían considerar tan innovadores, pero tiene un sello muy característico en las baterías, el piano y las voces que no sabría describir. Lamentablemente, esta banda finlandesa no llamó mucho la atención, convirtiéndose este disco en su único lanzamiento y no se sabe nada sobre su paradero, aunque en fuentes como en la Encyclopedia Metallum aparece como una banda activa.
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