Saludos!
Tal vez lo que más me orilló al progresivo (en todos sus estilos) fue el carácter de proceso que los músicos le imprimen a sus composiciones. Proceso significa por una parte cambio, en otro sentido dinamicidad. Después de pasar un par de años sumergido en la escena Grunge y en el metal más clásico (tipo Metallica, Slayer, Testament, Iron Meiden, Black Sabbath, etc) la sensación de monotonía invadió la “forma clásica” de escuchar música (ya saben el típico Intro-Verso-Coro-Verso-Solo-Coro-Outro…. y así hasta el infinitoooo). Por lo tanto, me encontraba en la espera de hallar algo diferente, algo que viniera a revolucionar esas formas clásicas de aprehender la música que me gustaba.
Nadie puede poner en duda el sentido revolucionario del progresivo, éste yo lo entiendo de dos formas: primero se plasma en la estructura de sus composiciones, y segundo, también en el amplio espectro de estilos que abarcan esas estructuras progresivas (desde el blues, el jazz, el metal, la música clásica, el folk, etc.). Así pues, es válido entonces decir que también el prog es dialéctico. Aquí tenemos una concepción particular de la dialéctica. La dialéctica pone mayor énfasis en el proceso, más que en las cosas (estáticas, monótonas, infinitas). Aún más, en la dialéctica la contradicción es entendida como un conjunto de procesos relacionados internamente, y es aquí donde nos topamos con el elemento fundamental de esta forma de comprender el mundo, la vida, y el proceso social (la música es un proceso social), nos referimos a la Totalidad. En ésta se contraponen y funden los procesos. El progresivo es, sin duda alguna, una Totalidad estructurada internamente por diversos procesos (Jazz, Metal, Rock, Blues, Clásica, Folk, Pop, etc.) que le determinan y la empujan a su materialización.
La entrada a este “mundo musical de procesos” la encontré en Dream Theater. Images and Words revolucionó mi forma de aprehender la música. Esta breve reflexión es el único cumplido que le tengo a uno de los mejores discos de todos los tiempos.
Ciao!!
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Clásico de clásicos tanto la banda como el disco. Salvando quizás el Black Cloud and Silver Lightings, que no es malo pero tampoco asombra, esta gente crea obras maestras en cada disco. Agradezco haber tenido la oportunidad de verlos tres veces en concierto, y las tres veces han sido conciertos magistrales, uno de ellos en el 2007, donde estaban haciendo un homenaje a los 15 años del lanzamiento de Images and Words. Qué disco, mejor no lo pudiste presentar.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Beatrixbeatricis! Yo fui a verlos en 2006 en el Auditorio Nacional, y fue un gran concierto, tocaron Peruvian Skies pero en medio de la rola empezaron a tocar Money de Pink Floyd, jejej Yeah! Además ese concierto lo cerraron con la que para mi es la mejor canción de Dream, Learning to Live!!
ResponderEliminarPero debo admitir que James Labrie es ca#$% desafinado cuando tiene que alcanzar los registros altos en vivo!
Ciao!
Discazo si señor, por cierto, supongo que lo habran subido en este blog, pero conoceis a meshuggah y periphery? Increibles.
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