Estamos exactamente a la mitad de 2010 y me sigo encontrando cosas excepcionales del 2009 y que lastimosamente deje pasar..Algunos de esos discos con toda seguridad eran dignos de haber estado en nuestro top del año pasado, pero ni modo no es posible enterearse de todo.
Precisamente uno de esos trabajos sobresalientes es el de los Españoles Teintanblood…. He revisado y pues sí!, ya en muchos blogs el álbum fue digno de reseña y alabanza ( sobre todo para los mas fervientes seguidores del black metal más ortodoxo)
En vez de intentar escribir algo coherente sobre este material, los dejo con una reseña prestada de uno d elos blogs amigos ( y que por cierto hago la recomendación a visitar, ya que el contenido del blog es tan bueno como pocos)
Texto original en:ecosderlyeh-cthulhu.blogspot
Por Cthulhu:
Joder. El disco más bestia, sucio y maligno de todo el 2009, y es de un grupo español!! Y yo sin enterarme, merezco que Satán en persona me sodomice y desmembre mi alma. Tras dos splits junto a bandas como Proclamation y Necros Christos, este Seven Chalices es su primer larga duración, y con él han puesto a sus pies a la mayoría de la crítica internacional, junto a la parroquia de deathmetaleros más troglodita. Nunca he visto que un grupo del Estado coseche tantos parabienes como los que han recibido estos tíos. Páginas web insignes dentro del metal como Deafsparrow, Imothep, Teufel's Tomb, Metal Storm o The Teeth Of The Divine los ensalzan como dioses y los incluyen entre lo mejor del 2009. Evidentemente, siempre hay que tomar este tipo de opiniones con una relativa distancia, y formarse una opinión personal y objetiva, pero es muy significativo del impacto que Teitanblood han causado en la escena metálica. Y además edita su disco el prestigioso sello Norma Evangelium Diaboli, que alberga en su seno a bandas del calibre de Deathspell Omega, Watain, Funeral Mist o Katharsis.
¿Es para tanto el disco? En mi opinión, para eso y para mucho más. Eso sí, es Seven Chalices un trabajo que sólo va a gustar a cuatro gatos. Es tan mínima y sucia su producción y tan caótica su música que dudo mucho atraiga a su propuesta a un público masivo. Aunque tiene pinta de que les importa una mierda a estos engendros del Infierno metidos a músicos. El ataque de raw death/black metal al que nos someten durante la hora que dura el álbum es realmente devastador. La producción de Seven Chalices nos enseña una nueva lección, que no es otra que bajo el underground hay otra categoría, que se llama Teitanblood. Hoy en día está muy de moda eso del raw metal, en la mayoría de casos con resultados desastrosos, pero la música de los madrileños capta a la perfección la esencia del estilo, que no es otra que remarcar lo primigenio de un sonido, el suyo, hecho para escupirte a la cara la mayor cantidad de odio posible, sin ningún tipo de vendajes ni protecciones. Las voces de Inquitous Templar Of Iron Black Faith And Deathrapist Redemption (¡toma seudónimo!) parecen las de algún demonio monstruoso perdido en la infancia de la civilización humana, combinados con auténticos arranques de furia desatada. Lo increíble de este derroche vocal es su originalidad. No sé por qué, las invocacones satánicas que hacen las veces de voces en este disco se desmarcan de las desplegadas por cualquier otro cantante que recuerde, de tan pantanosas y heréticas que son. Junto a esto, vamos a encontrar unas guitarras aberrantes, afinadas tan bajas que pueden derrumbar paredes de cemento. Y para completar tan desolador panorama, unas baterías más propias de un orco furioso llamando a sus hermanos a la guerra que de un ser humano racional. ¿Bonito cuadro el que pintan, eh? Pues no es nada comparado a lo que consiguen invocar en forma de canciones. Los temas son extensos, verdaderos ejercicios de sodomía auditiva, pero que una vez que el oyente se rinde y se dispone a ser apalizado, entran sin ningún problema, e incluso son objeto de macabro disfrute. No me atrevo a invocar ni analizar el nombre de ningún tema, es mejor que a cada cual le estalle el cerebro o su alma inmortal a su manera, sin disecciones estúpidas de un trabajo que no se debe analizar porque es imposible de comprender. Sólo puede sufrirse. Y para rematar esta locura, encontraremos interludios entre los temas en el que nos regalan coros satánicos, voces de ultratumba y sonidos que no me atrevo a intentar discernir de dónde proceden. En total, una hora de masacre en la que Teitanblood no te van a dar ni un sólo segundo de respiro, y que dejan a la gran mayoría de grupos de música extrema como una panda de nenazas sobreproducidas. Ni Behemoth, ni Nile, ni Deicide, Satán ya ha elegido a sus nuevos paladines oscuros.
Acojonante, no encuentro otra palabra.
Precisamente uno de esos trabajos sobresalientes es el de los Españoles Teintanblood…. He revisado y pues sí!, ya en muchos blogs el álbum fue digno de reseña y alabanza ( sobre todo para los mas fervientes seguidores del black metal más ortodoxo)
En vez de intentar escribir algo coherente sobre este material, los dejo con una reseña prestada de uno d elos blogs amigos ( y que por cierto hago la recomendación a visitar, ya que el contenido del blog es tan bueno como pocos)
Texto original en:ecosderlyeh-cthulhu.blogspot
Por Cthulhu:
Joder. El disco más bestia, sucio y maligno de todo el 2009, y es de un grupo español!! Y yo sin enterarme, merezco que Satán en persona me sodomice y desmembre mi alma. Tras dos splits junto a bandas como Proclamation y Necros Christos, este Seven Chalices es su primer larga duración, y con él han puesto a sus pies a la mayoría de la crítica internacional, junto a la parroquia de deathmetaleros más troglodita. Nunca he visto que un grupo del Estado coseche tantos parabienes como los que han recibido estos tíos. Páginas web insignes dentro del metal como Deafsparrow, Imothep, Teufel's Tomb, Metal Storm o The Teeth Of The Divine los ensalzan como dioses y los incluyen entre lo mejor del 2009. Evidentemente, siempre hay que tomar este tipo de opiniones con una relativa distancia, y formarse una opinión personal y objetiva, pero es muy significativo del impacto que Teitanblood han causado en la escena metálica. Y además edita su disco el prestigioso sello Norma Evangelium Diaboli, que alberga en su seno a bandas del calibre de Deathspell Omega, Watain, Funeral Mist o Katharsis.
¿Es para tanto el disco? En mi opinión, para eso y para mucho más. Eso sí, es Seven Chalices un trabajo que sólo va a gustar a cuatro gatos. Es tan mínima y sucia su producción y tan caótica su música que dudo mucho atraiga a su propuesta a un público masivo. Aunque tiene pinta de que les importa una mierda a estos engendros del Infierno metidos a músicos. El ataque de raw death/black metal al que nos someten durante la hora que dura el álbum es realmente devastador. La producción de Seven Chalices nos enseña una nueva lección, que no es otra que bajo el underground hay otra categoría, que se llama Teitanblood. Hoy en día está muy de moda eso del raw metal, en la mayoría de casos con resultados desastrosos, pero la música de los madrileños capta a la perfección la esencia del estilo, que no es otra que remarcar lo primigenio de un sonido, el suyo, hecho para escupirte a la cara la mayor cantidad de odio posible, sin ningún tipo de vendajes ni protecciones. Las voces de Inquitous Templar Of Iron Black Faith And Deathrapist Redemption (¡toma seudónimo!) parecen las de algún demonio monstruoso perdido en la infancia de la civilización humana, combinados con auténticos arranques de furia desatada. Lo increíble de este derroche vocal es su originalidad. No sé por qué, las invocacones satánicas que hacen las veces de voces en este disco se desmarcan de las desplegadas por cualquier otro cantante que recuerde, de tan pantanosas y heréticas que son. Junto a esto, vamos a encontrar unas guitarras aberrantes, afinadas tan bajas que pueden derrumbar paredes de cemento. Y para completar tan desolador panorama, unas baterías más propias de un orco furioso llamando a sus hermanos a la guerra que de un ser humano racional. ¿Bonito cuadro el que pintan, eh? Pues no es nada comparado a lo que consiguen invocar en forma de canciones. Los temas son extensos, verdaderos ejercicios de sodomía auditiva, pero que una vez que el oyente se rinde y se dispone a ser apalizado, entran sin ningún problema, e incluso son objeto de macabro disfrute. No me atrevo a invocar ni analizar el nombre de ningún tema, es mejor que a cada cual le estalle el cerebro o su alma inmortal a su manera, sin disecciones estúpidas de un trabajo que no se debe analizar porque es imposible de comprender. Sólo puede sufrirse. Y para rematar esta locura, encontraremos interludios entre los temas en el que nos regalan coros satánicos, voces de ultratumba y sonidos que no me atrevo a intentar discernir de dónde proceden. En total, una hora de masacre en la que Teitanblood no te van a dar ni un sólo segundo de respiro, y que dejan a la gran mayoría de grupos de música extrema como una panda de nenazas sobreproducidas. Ni Behemoth, ni Nile, ni Deicide, Satán ya ha elegido a sus nuevos paladines oscuros.
Acojonante, no encuentro otra palabra.
Descarga aquí
Todo un pedazo de pepino sonoro, si señor. Cuanta mala baba sintetizada en una hora, buf... Gracias por recomendar el blog y por colgar mi comentario sobre el álbum. Que Satán te lo pague con mil emos sodomizadas a tus pies!
ResponderEliminar