Creo que hoy termino el día enojado, asi es que la mejor manera de desahogarme... es recomendando un disco que es dificil de digerir a la primera escucha... pero creanme... vale la pena desde un principio.
Post rock, instrumental y mucho de experiental, que sé yo, simplemente me relaja, me acelera, me enerva hasta hacer un efecto de va y ven de sonidos que me llenan el espíritu y llega hasta relajarme, realmente no lo sé, pero creanme que puede ser el efecto que buscas y buscas después de algunos días, meses, o tal vez años de no encontrarlo... sigues en el intento, pero en una de esas noches fugaces en las que hasta la luz mas insignificante de la noche letargada tenga un sentido paradógico y hasta cierto punto casi religioso, hace que te vuelvas un poco más lúcido, sensible a los destellos que pasan al lado de tu campo de visión... oyendo los sonidos sin escucharlos, estando en un lugar faltando tu absoluta presencia.
Las sensaciones son variadas, a veces indescriptibles, pero aún así trato de compartirles un poco de mi rabia dormida, despierta hacia mi, helada hacia los demás, traten de bajar una mejor versión, ya que por la prisa de mis palabras, no encontré otra mejor y aunque suene a excusa, tal vez sea parte del encanto que trae consigo el hecho de llevar esta manera de vivir, si esto que pasamos el día a día entra en este contexto.
blanco, negro, sepia y la noche eternamente llena de matices naranjas, es lo me deja la noche de la ciudad hoy, ayer y mañana.
Si ha servido de algo esta brevísima concepción de conceptos sonoros. no queda nada mas que tratar de disfrutarla.
Post rock, instrumental y mucho de experiental, que sé yo, simplemente me relaja, me acelera, me enerva hasta hacer un efecto de va y ven de sonidos que me llenan el espíritu y llega hasta relajarme, realmente no lo sé, pero creanme que puede ser el efecto que buscas y buscas después de algunos días, meses, o tal vez años de no encontrarlo... sigues en el intento, pero en una de esas noches fugaces en las que hasta la luz mas insignificante de la noche letargada tenga un sentido paradógico y hasta cierto punto casi religioso, hace que te vuelvas un poco más lúcido, sensible a los destellos que pasan al lado de tu campo de visión... oyendo los sonidos sin escucharlos, estando en un lugar faltando tu absoluta presencia.
Las sensaciones son variadas, a veces indescriptibles, pero aún así trato de compartirles un poco de mi rabia dormida, despierta hacia mi, helada hacia los demás, traten de bajar una mejor versión, ya que por la prisa de mis palabras, no encontré otra mejor y aunque suene a excusa, tal vez sea parte del encanto que trae consigo el hecho de llevar esta manera de vivir, si esto que pasamos el día a día entra en este contexto.
blanco, negro, sepia y la noche eternamente llena de matices naranjas, es lo me deja la noche de la ciudad hoy, ayer y mañana.
Si ha servido de algo esta brevísima concepción de conceptos sonoros. no queda nada mas que tratar de disfrutarla.
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