El primer instrumento musical fue sin duda, la voz humana, estas sonorizaciones que salen de nuestra propia boca suelen ser muy poco disfrutables, pero en el momento en el que se le agregan los ingredientes básicos de transmisión de ideas o sentimientos, así como algunos ingredientes de composición se pueden convertir en los sonidos mas sorprendentes que podamos haber escuchado, esto lo sabe un mexicano llamado Juan Pablo Villa, el cual hace de su “gruta de baba” el instrumento principal (y único).
Con una vasta experimentación que va de las distorsiones que genera una manguera de aspiradora, unos golpes de pecho (que no son por redención) samplers y backups de su misma voz… este original compositor y cantautor nos regala solo una pequeña paleta de posibilidades que el ha descubierto haciendo del “sonido humano original” su medio para transmitir las emociones mas personales.
Pasajes llenos de catarsis a flor de piel, cambios drásticos de vociferaciones y una gama extendida de sonidos muy poco comunes, este disco logra una calidad excepcional por la creatividad que en él está vaciado. Mis felicitaciones a J.P.V. por tan extraordinario trabajo y Saludando al Oz por el regreso de una incursión laboral sinuosa.
Altamente recomendado
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